José Lucas, el cabrero que besó la mano de Alfonso XII en el terremoto de 1884
Hacia las nueve de la noche del día de Navidad de 1884, una sacudida sísmica de grandes proporciones asoló parte de la comarca de la Axarquía y gran parte de la parte de la provincia más occidental de Granada. El epicentro tuvo lugar en Arenas del Rey (Granada). A este terremoto se le llamo "El terremoto de Andalucía".
En Alcaucín un 30% de las casas sufrieron daños graves, 22 casas se hundieron por completo ocasionando 6 muertos. Además se daño la cubierta, la torre y la nave lateral de la Iglesia. Las vibraciones se repitieron dos horas después e incluso al día siguiente, acentuando los daños la descomunal nevada que le siguió e impedía la llegada de ayuda. El 20 de enero el Rey Alfonso XII visitó el pueblo con el ministro de guerra y el de gobernación.
Allí, se encontraba entre los damnificados José Lucas, cabrero natural de Alcaucín, que se acercó al rey rompiendo la barrera del protocolo y escolta. LLegado ante él, le cuenta con voz entrecortada y sollozos que su casa se había derrumbado sobre sus cuatro hijos, quedándose sin nada. El rey, conmovido, le dio mil duros para aliviar en lo posible las pérdidas, a lo que el agradecido Juan le respondió que permitiera darle un beso por cada uno de sus cuatro hijos.